viernes, 24 de febrero de 2017

Si tu hijo sale de la Educación Infantil sin saber leer, no te preocupes

Esta afirmación puede sorprender a muchos padres, que suelen desconocer el valioso papel de los aprendizajes que realmente forman parte del currículum de la Educación Infantil.


Hay niños que sin grandes problemas aprenden a leer y escribir a los 4 años, con gran regocijo y satisfacción de padres y docentes, pero los ritmos de maduración pueden ser muy variables. Si el niño no tiene el nivel madurativo adecuado, la frustración de los padres, la sensación de fracaso y de no cumplir expectativas, el no tener dedicación suficiente para realizar actividades que le ayude a alcanzar la madurez suficiente, el perjuicio que se le ocasiona es evidente.
Sin embargo, si en infantil se intensificaran las actividades dirigidas a favorecer las aptitudes previas y básicas para la lectoescritura, a todos los alumnos les vendría muy bien, y el paquete de alumnos para atender con medidas especiales al entrar en primaria sería mucho menor, porque no estarían aquellos que no tienen más problema que madurar un poco más tarde. 
No se trata solo de jugar, sino de fomentar la coordinación oculomanual, el lenguaje oral, la direccionalidad del trazo, la memoria visual y la memoria motora, y la de relatos, la atención y concentración, principalmente. El que las actividades que se realicen para conseguirlas sean lúdicas no quiere decir que no sean fundamentales. Cuanto más se adelanta la edad del aprendizaje de la lectoescritura, más aumenta el número de alumnos que invierten el giro para realizar las letras, cometen errores de fragmentación de palabras ( uniones de palabras), y cometen frecuentes sustituciones de letras. 
La lectoescritura no esta dentro del currículum de infantil, pero parece que si no lo imparten, compiten en desventaja con otros centros, y a los padres no se les da la suficiente información.Es posible que las expectativas de las familias, que a veces no valoran los aprendizajes prelectores, estén influyendo negativamente en que se asegure previamente el correcto nivel de maduración de los niños