domingo, 9 de octubre de 2016

La eficacia de la Terapia

Hoy me hablaron de una familia que acudió anteriormente a un psicólogo para resolver sus problemas, y no obtuvieron los resultados que deseaban.La primera consecuencia que muchos piensan; Los psicólogos no son la solución.
Pero querría ir un poco más allá, y nombrar brevemente alguna de las demás posibilidades;
1.- Es posible que si, que hayan dado con un profesional poco experimentado, o que no haya sabido encauzar adecuadamente el problema.
2.- A veces para superar ciertos problemas, hay que introducir cambios, que suponen un esfuerzo a veces muy importante de las personas implicadas, cambios que se proponen en forma de tareas, que incluso cuando en la consulta se aceptan y se ven necesarios, no estamos dispuestos a afrontar realmente en ese momento. El cambio es costoso, y a veces cuando se va al psicólogo, realmente no se está dispuesto a pagar ese costo. Internamente, deseamos que el psicólogo nos de una pastillita que arregle todo, o quizás, haga magia. Por tanto, depende de si estamos en un momento predispuestos para el cambio. Esto es fundamental. Si no lo estamos, preferible hacer terapia en otro momento.
3.- Es importante establecer una buena relación terapéutica con el profesional. Esto facilita también el trabajo. Hay cuestiones que no se pueden controlar, el sentirte bien con una persona facilita la comunicación y el trabajo, más cuando se trata de temas muy personales e íntimos.
Puede que hayan más razones para que no se obtengan resultados satisfactorios, como no tener claro los objetivos, o expectativas desajustadas...pero sería un listado muy largo, y dependería de tipo de casos.
Sólo comentar que para transformar la propia vida hay que estar dispuesto a luchar en primer lugar, después, un buen profesional que sea instrumento en el camino, y si es creyente, con la ayuda de Dios